Historia de las máquinas elevadoras de personas

La maquinaria y herramienta para la elevación de personas ha sido muy importante en la historia, ya que ha contribuido al desarrollo de la humanidad en los sectores de la construcción y la industria.

Las primeras máquinas elevadoras

Algunos libros antiguos hablan de sistemas de tracción que se basan en el funcionamiento de las grúas. En el año de 236 a.C. el arquitecto romano Vitruvio construyó un dispositivo de elevación para subir cargas.

Otros vestigios del uso de máquinas elevadoras se remontan a la Antigua Grecia alrededor del siglo VI a.C. Estas maquinarias eran unas grúas de madera que eran operadas por hombres o animales. Eran usadas sobre todo para construcciones de gran altura. Los romanos adoptaron el modelo de grúa griega y lo desarrollaron.

Las grúas en la Edad Media

En la Edad Media las grúas se usaban en la construcción de edificios, así como en puertos y astilleros y construcción de los barcos. Algunas se construían ancladas a torres de piedra para darles una mayor estabilidad.

Algunos archivos de la época sugieren que las máquinas fueron introducidas como acoplamientos o carretillas, de manera que no sustituyeron a los métodos tradicionales como escalas, artesas y parihuelas, sino que esos métodos coexistían junto a la nueva maquinaria.

Uso de grúas en la antiguedad

En la Edad Moderna para la construcción de columnas y muros de los grandes edificios como las catedrales, se empleaban medios auxiliares como andamios de madera y escaleras, para poder realizar los trabajos en altura, además de utilizarse grúas y poleas, para la elevación del material.

La maquinaria en la revolución industrial

Con la llegada de la revolución industrial se empezaron a fabricar maquinarias con hierro fundido y acero y el progreso tecnológico empezó a situarse en primera línea. A partir del siglo XIX, fueron desarrolladas las primeras grúas de hierro y en el año 1851, se produce una nueva concepción para la elevación de cargas, con la grúa de vapor.

Al surgir los medios de transporte automotores, la maquinaria de elevación se montaba en estos carros y con ello se hicieron más eficientes, al poder maniobrar con más facilidad y aumentar su capacidad de carga.

En el año de 1851 que se inventó el primer modelo de montacargas, la cual era una maquinaria elevadora unida a un cable para bajar y subir cargas y personas.

Este sistema de montacargas inspiró a Elisha Graves Otis para la invención de un elevador, que contaba con un sistema dentado, como medida de seguridad en caso de caída por rotura de la cadena de sujeción. Fue el primer elevador destinado al público y se inauguró el 23 de marzo de 1857. Impulsado por una pequeña máquina de vapor podía transportar hasta seis personas a una velocidad de 10 metros por minuto.

Estos sistemas dieron paso a otro tipo de plataformas móviles y fue en el año 1913 empezaron a aparecer los primeros carros capaces de moverse gracias a motores eléctricos alimentados por baterías.

Tras ello, en 1915 surgieron otras máquinas elevadoras como las carretillas que podían desplazar la carga tanto en horizontal como en vertical. Durante la Primera Guerra Mundial se diseñó una plataforma que podía subir y bajar mercancías gracias a un mecanismo de elevación de potencia.

Y aunque no se conoce históricamente una fecha exacta en la que se usó la primera plataforma elevadora o se dio a conocer en el mundo industrial, pero se tiene la evidencia de una foto tomada en 1920 que demuestra que para esta época ya se habían comenzado a utilizar las llamadas plataformas portapersonas, las cuales estaban montadas sobre vehículos, sin ninguna prevención de riesgo alguna.

Equipos con motores de combustión y sistemas hidráulicos

Fue a partir de los años 20, cuando se comenzó a utilizar a energía hidráulica para elevar las cargas. Dando lugar en 1923 a la primera carretilla elevadora provista de horquillas y un mástil elevador, muy similar a las de hoy en día.

También durante estos años y en el mundo industrial, se empezaron a utilizar las conocidas como plataformas portapersonas, que iban montadas sobre vehículos sin tener en cuenta ningún tipo de prevención de riesgos.

Durante la 2a Guerra Mundial, los equipos de la elevación de cargas y máquinas elevadoras empezaron a usar motores de combustión interna y a disponer de sistemas hidráulicos que proporcionarían mayor capacidad de carga.

Brazo articulado para incendios

En 1959, la empresa Snorkel, fundada por Art Moore, inició la creación de un brazo articulado que permitió a los bomberos disparar grandes cantidades de agua desde una altura de más de 25 metros. Este brazo permitió apagar varios incendios y estableció nuevos estándares en la industria de la seguridad contra incendios.

En 1966, la empresa Selma Manlift fabricó el primer modelo de plataforma elevadora. Y en 1970 surgió el primer modelo de andamio moderno. Desde entonces la maquinaria de elevación no ha dejado de evolucionar y mejorar hasta disponer de una amplia gama de modelos diseñados para realizar todo tipo de trabajos en altura con total seguridad y las máximas garantías de prevención de riesgos.